junio 07, 2006

Semana sexosa. Día seis.


(Chequen el comentario de Sadot en http://www.fotolog.com/lilievil/?pid=17478044 porque de aquí se deriva este post en especial y, de hecho, a partir de que leí sus líneas se me ocurrió hacer la semana sexosa).
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De ninguna manera me incomoda ver a una pareja besándose, a menos que sea por envidia, jaja.
Lo que sí me molesta en exceso es la violencia de género (sobre todo la tan sutil y a veces tan marcada que manejan las religiones), que las personas tiren basura en lugares indebidos o que la gente regañe a las niñas o niños en lugar de corregirlas (os) adecuadamente.

La boca no tiene sexo así que me parece insignificante ponerme a ver si las bocas y las lenguas que se están fusionando pertenecen a alguien que tenga pene o vagina. Un beso es una muestra de cariño, una forma de comunicación o simplemente una manera más de brindar y recibir placer. Si alguien (de cualquier edad y/o sexo) se asusta de ver a dos hombres o a dos mujeres besándose creo que es porque le hace falta un poco más de información fidedigna y sin prejuicios acerca de la sexualidad en su totalidad.

Si yo pienso, siento o hago algo debo considerar, para empezar, tres cosas: disfrutarlo, no hacerme daño a mí misma y no hacerle daño a nadie más y, en el ejemplo del beso, me parece que sí se cumplen estos tres requisitos así que no veo cuál sea el problema.

No voy a salir con el comentario ya muy trillado de que respeto a las personas con orientación homosexual solo porque tengo amigos y amigas que comulgan con esa esencia. No, no es así, porque incluso antes de conocer a estas personas, ya las respetaba como a cualquier otro ser en este mundo.

No soy alguien que va por la calle y dice: “mira, seguro ese es gay” o “checa esa tipa tiene finta de lesbiana”. Generalmente no me doy cuenta ni soy bruja para identificar ese tipo de preferencias, a menos que sea muy obvia la situación. No es porque sea despistada (o bueno, en parte sí) sino porque me parece algo totalmente irrelevante, la verdad me interesan más otras cosas.
Sé que en ocasiones las personas han llegado a pensar y a decirme que parezco lesbiana pero no me molesta porque de ninguna manera lo considero un insulto. Es lo mismo como cuando alguien me dice que parezco de 23 en lugar de los 26 que tengo, o que creían que era talla 7 en lugar de 9.

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Hay quienes dicen que respetan a las personas homosexuales… siempre y cuando no se les acerquen o comentan también que no tiene nada de malo ser así pero luego se infartan cuando alguno de los miembros de su familia o entorno más cercano resulta serlo.
A veces caigo en el error de criticar a las personas que no decidieron tener una pareja heterosexual como la mayoría (ya sea porque realmente esa sea su orientación o porque quieren reunir las características “normales” estipuladas por la sociedad) y que ocultan su verdadera, ya no orientación, sino que esconden su verdadera identidad completa. La libertad para mí es un derecho del que creo se derivan los demás, es como la matriz por eso yo me pregunto…

¿Cómo ser quien soy, cómo expresarme libremente (sin invadir el derecho de los y las demás) si voy a ser criticada, juzgada, vista y tratada como un ser extraño?

¿Acaso no soy libre de tener una pareja y tomarla de la mano, besarla y abrazarla cuantas veces yo quiera y en el lugar y el momento que desee nada más porque es de mi mismo sexo?

¿Tengo que ocultarme para que los demás no se incomoden?

¿No tengo derecho a tener una identidad diferente a la de los demás y mostrarla sin temor?

¿Tengo que hacer como que soy muy hombre/mujer para ser aceptada (o)?

Quizá si yo fuera 100% homosexual no saldría nunca del clóset. No me gustaría que la gente se me quedara viendo como si fuera fenómeno de circo.

No me gustaría que, erróneamente, me dijeran que soy una enferma.

No me gustaría que me criticaran y me negaran la oportunidad de tener una familia.

No me gustaría que pensaran automáticamente que por ser homosexual soy una promiscua, ninfómana o violadora.

No me gustaría que me dijeran que tengo que esconder mis verdaderos deseos.

No me gustaría que mi familia, amigas (os), compañeras (os) y el mundo entero me rechazaran.


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Frase para meditar: Apenas todo va bien, y luego todo va mal.

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http://www.fotolog.com/lilievil/

3 comentarios:

Indigente Iletrado dijo...

Todo bonito. Todo consabido.

Pero se olvidan con frecuencia del derecho de algunas personas en todo este proceso. El otro día me encontré con un grupo de personas discutiendo sobre la inmortalidad del cangrejo.

Alguien se le ocurrió decir que no le agradaban las personas homosexuales. Todos se le fueron encima diciéndole retrograda, troglodita, bestia, intolerante, nazi, apretado, acomplejado, reprimido, imbécil.

Como siempre me toca hacerlas de abogado del diablo que meto mi cucharota. Abreviando la discusión dejaré todo en una pregunta bastante simple; ¿si se alega tanto por el derecho de determinadas personas para afirmar aquello que disfrutan (en este momento la pregunta va más allá de la orientación sexual, incluso) porqué se les censura tan rabiosamente cuando expresan algo que no les gusta? es decir, ¿ahora resulta que tampoco tenemos derecho al expresar aquello que no nos gusta? esto de lo políticamente correcto nos está dando en la madre.

Ahora bien. El problema de la libertad existe como una imposibilidad conceptual. Se dice que somos libres hasta donde empieza el espacio del otro, obviamente esto ya implica una restricción, entonces la libertad como tal no existe (más que como idea, que es lo que importa); obviamente tampoco puede existir así porque vivimos en una sociedad que debe ceñirse ante la regulación de normas, invariablemente.

A mi no me gusta el apio.

La maldita dijo...

Indigente: Iba a escribirte una respuesta pero mejor lo hago en tu blog para que haya más probabilidad de que lo leas.

Indigente Iletrado dijo...

Mismo caso, Srita. Y ya no hablando tanto del caso del fotolog, sino de la problemática o las disyuntivas que derivan de problemas similares. Digamos, son consideraciones al respecto.

Y que conste que no estoy de acuerdo con esa postura, pero en mi eterno papelón de abogado del diablo tengo que preguntarme si emitir juicios arbitrarios es algo tan raro, tan censurado; nadie le extraña cuando se ataca gente fea, gorda, adicta o en cualquier otra situación de marginalidad social, es cierto, pues, que al papel de la homosexualidad se le tienen más consideraciones en un ámbito de debate mínimamente oficial. Todo el tiempo se hacen esos juicios intransigentes, francamente. ¿Está bien? claro que no, pero sí da pie al pensar que porqué se esponjan más con esta temática, eso sí es herencia de lo políticamente correcto.

Ahora bien. Si hablamos sobre la libertad que todos tenemos sobre decir, pensar, expresar, escribir lo que queramos. Tengo tanto derecho de decir que no me gustan el apio como de decir que es lo peor que existe en este mundo. ¿Es un juicio justo, fundamentado, razonable? claro que no, pero es un derecho inalienable. A esto iba con que la libertad como concepto es una imposibilidad, porque obviamente no podemos hacer, decir o expresar lo que queramos, sería una incivilidad insostenible. Así que, quieran o no, todos esos mamotretos que defienden la 'libertad de expresión' bajo cualquier ángulo, lo cierto es que siempre debe tener acotaciones consensuadas según época, tiempo, momento cultural; sino habrá consecuencias desestabilizadoras sin fin práctico. Así, después de todo, la libertad nos sirve como una copia de algo de lo que no existe original.

Interesantoso. :D