octubre 03, 2013

Voy a fingir que no lo leí

Voy en la página 108 y ya me resigné a que es demasiado tarde para encontrar algo que me indique que sí me gustó el libro La ternura caníbal.
Había planeado escribir que me resultaban predecibles algunos desenlaces pero que después reconocía mi error al enterarme de que no sucedía lo que yo había pensado pero que, sin embargo, tristemente, habría resultado más estimulante y creíble que sucediera lo que yo pensaba que pasaría que la verdadera conclusión de los cuentos.

Se repiten muchas palabras, lo cual me ha parecido impresionante ya que eso no solía ocurrir.

Y de los horrores de edición mejor ni hablar, ya llevo marcados varios.

No puedo creer que me siga doliendo el dinero que gasté.

Por eso, en lugar de criticar, conjuraré para que un hoyo negro se lleve esta rara experiencia. Seguramente es mi ignorancia la que me ha impedido disfrutar al máximo de mi amado Serna. Sí, es eso.

Me gustaba más con bigote, era más morboso.

Entrevista Enrique Serna

Conversación con Enrique Serna. Gandhi.

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