Siempre había anhelado ir al Museo del Desierto y al de las Aves, en Saltillo (bueno, al menos desde que me enteré de su existencia), pero cuando se veían posibilidades de ir algo se atravesaba y se me frustraban los planes.
Había comentado (creo) que no me incomoda ir sola a los lugares que deseo, que la ausencia de compañía no representa un freno para mí salvo cuando voy a un bar. Aunque bueno, eso sí lo hice en una ocasión porque andaba vagando por la calle y, como me dio sed, entré a uno para refrescar mi garganta. Estando ahí ocupando una mesa me sentí como en ciudad extraña y ajena, siendo que era un bar que visitaba cada semana, sin falta.
Cuatro personas le dábamos vida al lugar, inclyendo a la mesera y al cantinero, pero no alcanzábamos a llenar las sillas como generalmente las llegaba a ver.
Cosa rara fue que en lugar de tomar cerveza, cuando se me acercó la tipa y me preguntó que qué iba a tomar, yo respondí vodka.
No sé por qué lo hice, quizá la situación me resultaba tan diferente que en lugar de decir la marca de la cerveza que siempre pedía tuve también que modificar los demás patrones.
Quizá hasta me senté con las piernas cerradas, saqué un espejo para maquillarme, me ligué al tipo que estaba tomándose una cerveza en la barra o puse una canción en la rockola. (Exageré, no hice nada de eso.)
Recuerdo que saqué mi libreta de pasta dura azul que todavía conservo y escribí algo mientras me traían mi vaso con aroma a toronja alcoholizada.
Me tomé dos (¿O uno?) y abandoné el lugar. No salí extasiada por lo experimentado así que, de ahí en adelante, siempre que tenía ganas de ir a un bar buscaba hacerlo con alguien más y, si no se podía, simplemente no iba.
Total, otros de los destinos que no deseaba conocer sola eran precisamente los museos al principio mencionados.
***
Me dieron la idea (medio jugando-medio en serio) de dedicarle un post a mi novio y eso estoy haciendo en este momento.
Una de las cosas más divertidas fue que yo iba camino a la central como a las 7:15 de la madrugada para encontrarme allá con mi acompañante. Le mandé un msj al cel para saludarlo pero no me respondió. Yo supuse que estaría bañándose o levantándose apenas y que por eso no lo había podido hacer.
Esperé hasta llegar a la sala por donde iba a salir nuestro autobús para mandarle otro y avisarle que ya había llegado o, en el caso de que ya estuviera ahí, ubicarlo.
Así lo hice pero tampoco me respondió.
Cuando faltaban quince minutos para la partida de nuestro medio de transporte ya estaba casi segura que todavía estaría echadote en su cama, a medio vestir y con las piernas enredadas en su sábana floreada.
Lo llamé y no contestó. Lo llamé de nuevo y al momento de cortar escuché que alcanzó a responder, pero ya había presionado yo la tecla end.
Marqué de nuevo y sus palabras fueron "me quedé dormido"... "¡A poco!", pensé yo.
***
Me mantuve tranquila (como en toda situación de crisis... jaja) y lo único que me quedó fue esperarlo. Al llegar él y besuquearnos, cambió los boletos para un horario de salida posterior. Estuvimos checando las pantallas en donde se anunciaban éstas y después de un rato nos dimos cuenta que por no checar bien esa información o por estar distraídos platicando, el chofer que nos dejaría en Coahuila ya se había ido, chin...
Con la vergüenza en la cara cambió los boletos de nuevo y ahora sí partimos a mi lugar soñado.
De lo más divertido fue ver copular a una pareja de murciélagos, se veían muy románticos hasta que, de repente, el macho se estrelló en el vidrio justo enfrente de mí, en fin...
En el de las aves me gustó estar escuchando a diferentes especies de loros, fue muy relajante.
Estaba ansiosa por comprar mi pan de pulque y no estuve a gusto hasta tenerlo en mis manos
***
¿Por qué se lo dedico a él? Pues porque fue quien me siguó la idea de ir y me invitó el viajecito.
Captó la importancia que para mí representaba viajar hasta allá y estar en contacto con cosas que me gustan, los cactus y las aves, además de caminar por Saltillo.
Me hizo vivir la travesía de una manera bastante ñoña y divertida, justo como yo la quería.
La cámara la trae él por eso no tengo fotos para poner, lástima, se las debo.
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Frase para meditar: Chulada de barbón.
12 comentarios:
o sea que en el museo ese sólo hay arena, cactús y aves?
Hay chiquita,muchas gracias por la dedcicatoria...
No era necesaria, sabes que haría eso y más por ti.
Fue bastante entretenido el paseo lleno de suspenso, aventura, traga, chucherías, tipos MEROL! (Jajaja!).
Te quiero mucho tipeja y ahora a dónde vamos a ir?
Un beso piojoso...
UP THE IRONS!!!
P.D. Emo-roñi-sauria? (Jajaja!)
Pos qué ñoña!!!
:D A mí me dan cosa los muerciélagos :-s
Que onda Ñoñis.. digo.. Roñis!! hehehehehee!! aaa mucho carro.
Oye pues si, ese museo del desierto es otro pecs... a mí también me trae buenos recuerdos y pasé muchas aventuras con mi acompañante (todas decentes, nada picosote como me hubiera gustado jaja!)
A la salida del museo, tomamos un camión que iba en dirección contraria al centro de la ciudad y nos fué a dar una vueltesosototota por los barrios mas bajos de Saltillo pero bueno, fué instructiva nuestra incursión a dichos lugares para comparar los niveles socioeconómicos de la población Saltillense, ya ves que a los turistas nomás nos enseñan la cara bonita.
Lo que más me gustó a mi de ese museo, fueron los perritos de la pradera awwwww!!!! como hacían sus cuevitas y todo!! Los murciélagos chidos y el tamañote de los dinosaurios...
AH! y recuerdo que había un criadero de hormigas y me gustó mucho ver como hacen sus cuevas y tienen sus larvas.
Yo no fuí al de las aves por andar merodeando ciudades perdidas, pero bueno... ya será en otra ocasión.
Hay que investigar eventos culturales de allá para caerle cuando así suceda.
=)
Saludos, par de Emos jejejejeje
Hola, de visita, un saludo, felicidades por el viaje
GRACIAS POR EL APOYO, EL NENE SE ENCUENTRA EN FRANCA MEJORÌA.
UN SALUDO.
¿Qué onda? ¿Cuánto vales o que?
Dilo!! di la verdad jjejejeje
Y los costos de cada cosa, te lo dejo a la imaginación 8-)
ewwwwl !!
Puerkis Puerkis!!!!
XD
Ah! Yo tengo un tío que vive en Saltillo y siempre que voy me gusta... bueno, es que tiene una casa de la cultura muy bonita y un cafecito pintoresco junto a la plaza...
También me ha tocado andar por allí disfrazada de Alicia Villareal, con todo y trencitas... Jo, eso tiene pegue por allá.
D.
jajajaja que risa lo que dice darina acerca de que las trenzas tienen pegue en Saltillo... me pregunto por donde habra andado..
yo soy de Saltillo y puedo asegurar que comparado con Mty pues si es chiquito pero no es tan polvoriento... vayan a Monclova para que vean lo que es polvo... y pues obviamente defiendo mi rancho natal de los criticones... es chido vivir en Saltillo, mas ahora que ya no vivo ahi...
y el Museo del Desierto es de primer nivel, del de las aves, pues que decir, solo pajaros...
y tenemos pan de pulque, el unico y original... y sarapes!
jajaja bueno ya basta de promocion que nadie me va a pagar por eso...
saludines
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