Sipio.

Foto: No recuerdo de qué estábamos hablando esa noche pero, juzgando la imagen, creo que yo estaba siendo regañada por dos amigas.

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A continuación unas líneas de una conversación por mazinger entre "X" y yo:

"X": hombre de treinta y tantos.

Lili: yo.

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X ....... dice: jejejej vaya que eres rara..................asi nunca te vas a casar.

Lili dice: ¿Y acaso alguna vez te he dicho que eso es algo que yo deseo?

X ....... dice: una mujer no necesita decir eso...........es cosa de cromosomas...........pero en fin...........

Lili dice: claro, y yo solo soy un conjunto de cromosomas, claro, sí
Lili dice: no tengo pensamientos
Lili dice: ni emociones
Lili dice: ni decisiones propias
Lili dce: no
Lili dice: soy una bola de cromosomas

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X ....... dice: jeje como te dije al principio........te comportas exactamente igual que las dos o tres personas en la onda de la sicologis que he conocido.....

Lili dice: y tú te comportas como los hombres violentos a los que atiendo

Lili dice: llenos de estereotipos

*** Extra ***

X ....... dice: la gente que anda en el campo de la sicologia, la literatura y todo ese rollo.....nunca va a tener el poder de curar un catarro.....hacer una computadora.....reparar un carro......entender la generacion de la electricidad.....entonces que les queda...? hablar , hablar y mas hablar........yo soy hombre de poder....................lo que se me sirve para hacer cosas............no solo hablar deellas

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Desde hace un par de días tenía ganas de enojarme (hasta ayer por la tarde también) y, para lograrlo, me puse a releer una plática que tuve con esta persona "X". La guardé precisamente porque me llamó mucho la atención su pensamiento acerca de algunos temas, motivo por el cual no me interesó conocerlo en persona.

En un principio sí, lo reconozco, puesto que siempre es enriquecedor discutir con alguien que concluye con oraciones diametralmente opuestas a las propias, pero luego lo pensé mejor y desistí de esa idea. No fue lo suficientemente atractiva esa razón.

Al estar repasando los párrafos y recordando incluso las madrugadas en las que estaban siendo tecleados y plasmados instantáneamente en el monitor, no alcancé a percibir ni una mugre pizca de enojo, ni desesperación, ni ganas de insultar, nada.

La emoción quedó en el pasado y, la persona, también.

Fue una prueba de fuego. Si no me enojé con esto, ya no me enojaré con nada.

Al menos no en los próximos cinco minutos.

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Conferencia "La mujer en la sociedad del conocimiento".

Museo de Historia Mexicana, Monterrey, Nuevo León, México.

Lic. Ma. Elena Chapa.

Dra. Graziella Fulvi.

Dra. Ma. Elena Ramos.

http://www.youtube.com/watch?v=s0ssxEL6x8k

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Frase para meditar: "(Cuando se desvanece el abrazo -por desgracia, como dice ella- descubren de nuevo el viento fresco que los rodea, aquel que les seca la boca, que los envuelve por completo y que a la vez pretende desestabilizar sus piernas.)"

Del cuento: "Se llaman señales"