Cada noviembre cumplo un año más de vida y, tomando en cuenta que creo en la existencia de vidas pasadas y que siento ser un alma vieja, para estas fechas ya debo tener varias centurias acumuladas y no solamente 27 años.
¿Por qué festejar algo que no me costó lograr? ¿Algo que sucedió y ya?
Al menos no recuerdo anécdotas familiares referidas a un parto prematuro, sufrimiento fetal, enfermedad mortal o alguna otra dificultad que haya tenido que padecer y vencer en el inicio de mi vida.
Simplemente nací, me cuidaron y sobreviví, Gracias, es todo.
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No, no es todo.
Encuentro una contradicción en mí misma. Soy ferviente defensora de la idea de que los detalles son lo que convierten la rutina en un gran festín.
Lo enriquecedor de una experiencia puede venir de algo tan pequeño como una palabra, una mueca, un silencio, una mirada desviada o, peor aún, una que nunca existió cuando era lo que más se deseaba.
Entonces, si sigo esa línea, si le doy tanta importancia a esas “trivialidades” como tanto me lo han criticado (y entrecomillo trivialidades porque para mí no representan sólo eso), si le adjudico a esas pequeñeces un valor tan grande como para generar sufrimiento, por consiguiente y con mayor razón, un evento más grande (y positivo, en la mayoría de los casos) como lo es un cumpleaños, supongo que puede provocar un goce que nunca está de más sentir. Por ello, decidí ya no ocultar el día y el mes de mi nacimiento, no divulgarlo, pero al menos ya ha dejado de ser un secreto de Estado.
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Un día estaba en el Centro Méndigo, sucedió algo que me molestó y por milésima vez pensé “ya me quiero largar de aquí”.
Me harté de la indecisión que me había invadido por más de un año y me lancé a renunciar en ese mismo momento, no sin antes checar el calendario y calcular cuánto tiempo sería prudente esperar para dejar de ir y así alcanzar a despedirme de mis clientes y canalizarlos con alguien más.
Desde hace dos semanas hice eso y el viernes 17 por fin fue el último que tuve gente agendada.
Ese día me llevé dos gustos principales.
El primero fue el que recibí cuando entré al consultorio y me encontré sobre la mesa un regalo envuelto en papel morado con un cordel del mismo color y otro negro entrelazados, además de una carta que me conmovió hasta las lágrimas. En el escrito decía que no lo tomara por mi próximo cumpleaños, sino por el día de la psicóloga (algo que sí me costó ser).
(Por cierto, este año quería festejar ese día y se me pasó la fecha, maldita memoria.)
El segundo ocurrió unos cincuenta minutos después. Una clienta me hizo un regalo y lo acompañó también de palabras muy halagadoras con motivo de mi despedida. Pura sensibilidad ese día… y el siguiente.
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Agradezco a las personas que…
- me felicitaron por medio de algún mensaje escrito y/o llamada
- no me felicitaron porque no se animaron a hacerlo
- me quisieron felicitar pero no lo hicieron porque se les olvidó
- me hubieran querido felicitar pero no sabían qué día era
- me felicitaron el 12 de octubre pasado porque creían, sepa-la-madre-por-qué, que ese día era el bueno
- me felicitaron un día después
- me felicitaron hoy (algo perdido el hombre)
O sea a:
Selenoide, Chiva, Betty, David, Betota, Gris, Wario, Christian, Virginia, Vero, Carlos, Claudia, mi mamá, doña Emma, Niñosaurio, Ismael, Beba, Marceloca, Alex, Paco, Ramiro, Chuyito, José Luis, Fabiola, Héctor y el cantante del restaurante en donde desayuné (él dijo que las mañanitas eran para todas las que cumplieran años, aunque no dijera mi nombre). Creo que son todas.
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Mis regalos, de mí para mí, fueron descansar en sábado como hacía mucho tiempo que no hacía, hacerle honor a mi dignidad al buscarme una mejor opción de trabajo (al menos en lo monetario), disfrutar el Monterrey Metal Fest Vol. III y comprarme el DVD que compila los dos anteriores volúmenes de dicho festival.
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Frase para meditar: Sola nací y sola moriré, así que sola andaré.
8 comentarios:
Hasta hoy supe que cumpliste años, Muchas Felicidades rete atrasadas (creo)
No te voy a poner un rollo aburridor sobre lo que cuesta vivir, no es tan fácil como lo expones, tiene su chiste,pero lo que si te voy a decir es que si llegara a necesitar un psicólogo que por lo visto será pronto me dirigire contigo, el sentido del humor un tanto irónico con el que escribes a veces, las palabras que utilizas cuando quieres desnudar tu alma, tu sencillez me ha hecho que siga queriendo conocer más de ti, que bueno que renuciaste a ese trabajo que ya no te retaba y espero encuentres algo que este a la altura de tu mente
Felices 27
Chales... ¡pos yo no sabía! o sea que me uno a los que te felicitan hoy...
¡Felicidades!
me encanta tu filosofía detallista de vida.. de grande quiero ser como tu.
Un abrazo de regalo. :)
ps felicidades
Que mas que felicitarte, por el cumple y por el blog, eso ya es, en si mismo, un presente, aunque provenga de un desconocido, cuya procedencia puedan ser las mismas salas abismales del infierno.
...creo que sería el mejor regalo, tener una experiencia paranormal y enajenarse de este mundo que muchas veces pareciera destilar rutinarios pesimismos.
STAY BRUTAL DARLING. WE ARE 138
los escorpiones pican con la cola?
Pues entonces..rompa la rutina y celebre un año más de vida, le diré que yo tampoco celebro mi cumpleaños por todo lo alto..pero viendolo asi..merece y bien vale la pena una vez al año.
Saludos y muchas felicidades =)
Algún mérito debe tener sobrevivir 365 días más. Sea por hábito, ánimo, voluntad o miedo (inserte aquí su pulsión favorita) aquí estás. Y habrá quien lo agradezca.
Hace tiempo que no leo una carta que me conmueva hasta las lágrimas. Al menos no dirigida para mí. Ya me pusiste triste.
Saludos.
A veces vengo a diario por aquí.
Y como siempre pasa... cuando no vengo escribes!!!
Congratulations!! Ya quedé perdida y no sé cuándo fue, pero si fue en noviembre todo bien... ya fue el mes pasado :D Así que podrías hacer otro apartado para mí?
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