Día extraño

Hoy es el día.

¿De qué? ¿Para qué?

Sepa, pero han pasado cosas raras que ameritan que yo piense que este jueves 24 de agosto resulte especial por algún motivo.

Estaba yo plácidamente acostada en mi cama fantaseando sobre un situación que quiero que suceda en cualquier día de los próximos dos meses. Tenía una lámpara encendida a mi lado derecho, un libro sobre mi almohada de contención (para no chocar con la pared) situada a mi lado izquierdo, el ruido que hace el abanico de techo me adormilaba y el radio sintonizado en el 91.7 FM.

Estaba a un volumen bajito, casi inaudible, casi imperceptible porque mi mente viajaba sobre un futuro que estoy esperando que se haga presente.

De pronto mi oído derecho sondea una voz conocida, una melodía agradable sobre un punchis punchis.

Era Lemi, era Motörhead, era Ace of Spades, ¡era un remix, ahhhhhhhhhhhhhhhh!

Salté de la cama y busqué el celular para despertar a una amiga y que lo escuchara también.

Tuve que ir a la sala porque allá lo había dejado -debajo de una sección del periódico- mientras veía una película en la que dos chavos que eran novios pegaban un poster de Boy George en una de las paredes de la casa de uno de ellos.

***

(Por cierto, vi luz en la planta alta y el sonido de la regadera me llevó a la conclusión de que mi hermana se levantó a esa hora a bañarse, está loca)

***

Total, lo tomé, escribí el texto y lo envié.

Foto: Hasta que le tomé foto me di cuenta que puse 9.17 en lugar de 91.7, en fin.

Mientras escuchaba tan gloriosa canción echada a perder aproximadamente a las 2:47 de la madrugada pasaron varias imágenes por mi cabeza. Recordé el ambiente de un antro de población mayoritariamente homosexual masculina al que asistí hace un par de semanas, de cuya estancia saqué la frase que me dijo mi amiga: “Tú mueve el trasero” y yo respondí: “bueno”. Pensé que a pesar de todo hubiera sido mejor bailar esa canción que la de… mejor no digo cuál bailé para no seguir avergonzándome de mí misma.

También recordé cuando, estando en la prepa, dos amigas y yo decidimos ir a clases de gordobics en el gimnasio de la misma.

La música estaba horrible, lo sé, eso era algo que me incomodaba bastante y, aunque la de Motörhead se escuchaba muy mal, reitero, hubiera sido mejor ejercitarme con esa que con… ya no me acuerdo cuál nos ponían.

***
Ahora que estoy acostada de panza con los pies encima de mi almohada primaria caigo en la cuenta que otra cosa en particular ha sucedido.

Después de estar pensando mucho en dos personas en particular de repente di el resorterazo como monito de caja sorpresa, me dieron unas ganas locas de levantarme y de agarrar mi libreta y una pluma para escribir algo en ella, algo que no me había sucedido desde el 14 de agosto de este mismo año.

Me puse a escribir lo más rápido posible por la emoción y por el temor de que se me olvidaran los detalles antes de ponerlos en tinta.

Otra cosa. Esta camiseta de tirantes apesta como la de alguien que ayer también se quitó la playera por la misma razón. ¿Será epidemia? No. Es solo que vivimos en el mismo calor.

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Ya son las 3:15 a. m. y no se me antoja dormir.

¿Qué más pasará hoy?
Estaré pendiente.
Por eso no me quiero dormir.
¿Qué tal que pasa algo increíble y yo me pierdo de presenciarlo por andar en mi etapa MOR?

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3:17 a.m.

Me largo

***

Se me olvidaba…

Frase para meditar: Mi amiga no me respondió el mensaje y la verdad no esperaba que lo hiciera. Mis opciones son:

a) Lo leyó entre sueños.
b) Ni siquiera escuchó el celular.
c) Lo leyó y pensó “vieja loca y na’más para eso me despertó”.
d) Me dirá que lo leyó hasta que se levantó y que por eso no me lo contestó inmediatamente (y es cierto).
e) Me dirá que lo leyó hasta que se levantó y que por eso no me lo contestó inmediatamente (y es mentira).
f) Me respondió pero por andar solo 30% despierta lo envió a otro número.

***

3:24 a.m.

Vi luz por debajo de la puerta, afuera. Pensé que mi hermana habría encendido la luz del comedor pero salí de mi cuarto y todo estaba oscuro y en silencio, sin rastros de que alguien hubiera estado ahí unos segundos antes.

***

3:27 a.m.

Me lleva no puedo dejar de escribir.

***

4:02 a.m.
Ya estaba más que dispuesta a dormir y luego una hormiga me camina por el antebrazo izquierdo. Así no se puede.

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