noviembre 11, 2005

Sin chocolate, sin café y sin cerveza... Lili pierde la cabeza


Mi apellido debió haber sido Simpson en lugar de García.

Duró poco mi control (http://www.fotolog.net/lilievil/), tres o cuatro días aproximadamente, pero fue muy efectivo.

Mi garganta descansó, terminé algunos libros que tenía pendientes, caminé y caminé, escuché discos viejitos, me relajé apaciblemente y visité a una amiga que hacía mucho tiempo no veía. Por cierto, disfruté mucho de su compañía. Hasta me di a la tarea de darle de comer yogur a su niño (cosa que en otro momento de mi vida no hubiera tolerado). Además, he puesto en práctica eso dejar atrás mi renuencia a conocer gente, al menos un poco.

Observé cuanto animal se paraba por enfrente (incluyendo humanos).
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Algo que pude corroborar es que el chocolate ejerce en mí un poder inmenso, una atracción estratosférica que alcanza límites muy lejanos, qué digo límites, más bien, esta atracción es ilimitada. Soy chocojólica y qué, el deseo por el chocolate me domina y qué.

Ayer me regalaron uno y me controlé para no comerlo, solo lo abrí para disfrutar su aroma y nada más. Eso no quiere decir que ya lo puedo dejar de comer para siempre, no, significó para mí un gran reto pero me hizo dar cuenta que no quiero jamás prohibirme el consumo de esta delicia. Me hizo desearlo más. Total… poco veneno no mata.
¿O sí?

2 comentarios:

c324r dijo...

El Chocolate, El Alcohol, El Tabaco, El Sexo... son cosas que pueden matarte... si no los disfrutas. Que bueno que te des la oportunidad de conocer, muchas veces necesitamos abrir las velas y levar anclas... es todo un viaje.

Salu2!

Anónimo dijo...

Hola Lily

Viendolo objetivamente el chocolate no deberia ser un vicio, (tal vez un pecado para aquellos que les gusta contar las calorias)pero tiene la virtud de halagar el sentido del gusto y de calmar los nervios.

Lo unico que me pregunto es: como evitar que el chocolate se derrita
en el clima de esa bella ciudad en la que vives?

Saludos